Amatista

La amatista es un cuarzo y por lo general se encuentra en lechos de puntas pequeñas en una roca matriz, o como cristales sueltos y pulidos, es de color violeta más o menos oscuro y es semitransparente.

El violeta simboliza la conexión espiritual. El violeta de la amatista es translucido, a veces fundido con pequeñas nubes blancas, redes algodonosas como pequeños nidos. A veces potente, pero con la frescura de una flor de pétalos suaves y finos. La luz la atraviesa descubriendo sus pequeños mundos, reflejo de galaxias, pequeños espacios que nos conectan con el infinito, volviéndonos luz a través de ella, llevándonos a sentir que todos somos uno.

Nos ayuda a conectar con la vibración del amor, la serenidad y la confianza. Es la piedra de los sanadores. Es un cristal lunar que contiene una energía femenina fuerte y cálida, pero también nos ayuda a equilibrar la energía femenina y masculina en nosotros. Vibración protectora a nivel mente, favorece la transmutación de pensamientos negativos y la renovación.

Es un cristal de alta vibración que nos ayuda en la meditación a conectar con energías sutiles y a incrementar la conciencia, pero al mismo tiempo nos invita a enraizarnos, nos ayuda a mantenernos en contacto con la tierra a sentirnos felices en nuestro transitar por la Pachamama y tener los pies en la tierra para conectar con nuestros propósitos tanto espirituales como materiales. Nos acompaña en procesos de manifestación, facilitando la visualización y la imaginación para crear nuevos senderos. También favorece experiencias de sueños lucidos.

Nos guía cuando estamos buscando un cambio de consciencia, un cambio de visión, cuando buscamos conectar con el alma para encontrar nuestro propósito. Nos anima a encontrar tiempo para la contemplación, aumentando la sensibilidad y un acercamiento a la unidad.